El alcalde, que ostentaba la representación de la Casa Real, subraya “la significación de esta jornada festiva en el corazón de todos los laguneros y laguneras” 

La Laguna ha vivido hoy el día grande de las Fiestas del Cristo con el retorno de la imagen del crucificado desde la Catedral hasta su Real Santuario. La lluvia, que amenazó de manera puntual en diferentes momentos de la mañana, finalmente no impidió que los actos solemnes se desarrollaran con normalidad.  

El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, que ostentaba la representación de la Casa Real, subrayó “la significación de esta jornada festiva en el corazón de todos los laguneros y laguneras que, creyentes o no, encuentran en la figura del Cristo un símbolo de los principios que nos definen como una ciudad abierta, hospitalaria y solidaria”.  

Los actos dieron comienzo a las 10:00 horas con la procesión cívico-militar y el traslado del pendón real desde las Casas Consistoriales hasta la plaza de los Remedios, con una amplia representación institucional. La Jornada contó con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, la presidenta del Parlamento de Canarias, Astrid Pérez, y la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, además de buena parte de la corporación municipal, miembros del Parlamento de Canarias, Cabildo y de otras instituciones civiles y militares. 

Luis Yeray Gutiérrez fue recibido en la plaza de la Catedral por el alcalde en funciones, Badel Albelo, y el Teniente General Julio Salom Herrera, Jefe del Mando de Canarias del Ejército de Tierra, para posteriormente pasar revista a la tropa y presenciar el desfile militar. Tras la solemne eucaristía oficiada por el nuncio del Papa en España, Monseñor Bernardito Cleopas, tuvo lugar la procesión de regreso del Cristo desde la Catedral hasta el Santuario, que se desarrolló sin incidencias, aunque se llegó a barajar la posibilidad de que la imagen pudiera entrar en el Convento de las Claras en caso de que la lluvia hiciera acto de presencia durante el recorrido procesional.  

Una vez concluida la procesión, el alcalde firmó en el libro de honor de la Esclavitud con las siguientes palabras: “A los pies del Santísimo Cristo de La Laguna, renovamos el voto de fidelidad de nuestra ciudad hacia la venerada imagen del Crucificado, con la misma devoción que el pueblo lagunero ha mostrado a lo largo de cinco siglos. Es un honor expresar, como representante de S. M. El Rey Felipe VI, mi reconocimiento a la Pontificia, Real y Venerable Esclavitud del Santísimo Cristo de La Laguna, por custodiar una tradición centenaria en la que esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad se reconoce a sí misma. ¡Viva el Santísimo Cristo de La Laguna!”.