El regreso obsceno y orquestado de Martel a Cultura (de donde realmente nunca se fue), ha supuesto un jarro de agua fría para los trabajadores de esta Concejalía que conocen sus grandes limitaciones para estar al frente de la misma, amén del rosario de enchufados de los que se hace acompañar y los miles de euros que se lanzan bajo su control

El alcalde de la ciudad de Telde, Juan Antonio Peña, ha decretado este martes las áreas delegadas hasta el pasado viernes al concejal Héctor Suárez, momento en que cesó sus delegaciones y dejó de formar parte del gobierno municipal. De este modo, Juan Francisco Jiménez será concejal de Urbanismo y Aguas y mantiene, además, la Asesoría Jurídica; María González Calderín asume los servicios de limpieza viaria y recogida de residuos; y Juan Martel se hace con Cultura, Patrimonio Histórico y Cultural, Turismo y Servicios Municipales. Por su parte, la concejala Nayra Navarro, hasta el momento delegada de la concejalía de Cultura, pasa a ser titular del área de Desarrollo Local. 

El regreso obsceno y orquestado de Martel a Cultura (de donde realmente nunca se fue), ha supuesto un jarro de agua fría para los trabajadores de esta Concejalía que conocen sus grandes limitaciones para estar al frente de la misma, amén del rosario de enchufados de los que se hace acompañar y los miles de euros que se lanzan bajo su control. Hay casos que pedirán incluso traslado de Gestel porque no están dispuestos soportar otros cuatro años esta situación.

ACCIÓN PREMEDITADA

Juan Martel (el Casimiro Curbelo de Telde capaz de poner y quitar gobiernos a su antojo con un puñado de votos), sabía desde la firma del pacto que iba a ser Concejal de Cultura y que Nayra Delgado (Ciuca), no era más que un elemento decorativo en el plan diseñado para derrocar a Héctor Suárez en connivencia con Pablo Rodríguez (secretario insular de CC). De hecho, Martel había trasladado su despacho ubicado en la Casa Condal de San Juan, al Teatro Juan Ramón Jiménez (centro neurálgico de Cultura), para instalarlo en la segunda planta de este inmueble a sabiendas que el ‘golpe’ se iba dar, antes o después.

El personal de Gestel está perplejo. Muy pronto empiezan las polémicas en este nuevo pacto. Los ciudadanos exigen la verdad, no lo que la verdad esconde… Onda Guanche