Se trata de un vino naturalmente dulce que ha reposado tres meses en barrica de roble francés, adquiriendo el aroma y la elegancia de los vinos de alta gama

El vino dulce Señorío de Agüimes correspondiente a la cosecha de 2021 sigue coleccionando premios y reconocimientos. Si hace un mes fue premiado en el Concurso Nacional de Vinos Jóvenes organizado por la Unión Española de Catadores, ahora ha sido distinguido con la mención especial al mejor vino dulce de Gran Canaria, en la 26ª edición de la Cata Insular de Vinos, celebrada del 15 al 17 de junio y cuyos resultados fueron hechos públicos este miércoles.

Las medallas de oro del certamen fueron para los vinos Vega de Acusa, de Bodega Ventura (Santa Brígida), en la categoría de tinto joven, y Agala Altitud 1318, de Bodega Bentayga (Tejeda), en la categoría de blanco seco joven y blanco fermentado en barrica. Las medallas de plata recayeron en Aya (Valsequillo) y Los Berrazales (Agaete), en tinto y blanco respectivamente. Las de bronce fueron a parar a Rincón de Tenteniguada (Santa Brígida) y Las Tirajanas Barrica (San Bartolomé de Tirajana). El premio a la mejor imagen y presentación fue concedido a Lava (Santa Brígida).

Esta 26ª edición de la Cata Insular de Vinos contó con una participación de 15 bodegas pertenecientes al Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Gran Canaria, que aportaron 34 referencias diferentes: 21 tintos, 10 blancos y 3 dulces. El jurado estuvo compuesto por 14 catadores profesionales homologados. En total, se repartieron 6.400 euros en premios a las diferentes bodegas galardonadas.

Con una producción limitada a 250 litros, el vino dulce de Señorío de Agüimes fue embotellado esta primavera por primera vez en once años. Es un vino naturalmente dulce, elaborado con la cosecha de 2021 de las variedades autóctonas moscatel de Alejandría (80%), malvasía volcánica (15%) y listan blanca (5%). Ha reposado tres meses en una barrica de roble francés, que en las grandes bodegas se reserva para los vinos de alta gama, aportándole el aroma y la elegancia característicos de la madera. En la fase visual destaca por su limpidez y por la intensidad de su color dorado. En la fase olfativa resulta fino e intenso, con aromas primarios florales, frutales y de frutos secos. De cuerpo y sabor intenso, tiene un grado alcohólico del 13%.

La Cata Insular de Vinos de Gran Canaria se celebra cada año desde 1996 con el objetivo de potenciar la calidad de los vinos a través de su evaluación organoléptica. Además de seleccionar los mejores caldos de la denominación de origen, haciendo los vinos locales más atractivos a los ojos de los consumidores, el evento contribuye a impulsar el sector vitivinícola de Gran Canaria y ayuda a valorar el esfuerzo que realizan los vitivinicultores y bodegueros de la isla.