No solo insulta en las redes sociales a todo Cristo viviente, sino que en el Canal 25 de Telde, lo tiene Ciuca con sus insufribles monólogos en los que no deja hablar al invitado y poner a caer de un burro a todo aquel que no comulga con sus etílicas homilías

Al presidente de Ciuca, Guillermo Reyes, le debemos momentos hilarantes vividos en la política de Telde en su etapa como concejal, por una parte adelantarse en el tiempo y catalogar al concejal Juan Martel, “como la mierda que flota en todos los líquidos” y por otra el acierto de conseguir que un funcionario municipal fuera condenado a un año de inhabilitación de empleo y sueldo por apropiación de dinero público.

Curiosamente estos acontecimientos no han servido a la “renovada Ciuca” para tomar nota y así hoy el hombre fuerte del gobierno de Telde, es Juan Martel, que tiene la llave del tripartito y al funcionario condenado en su momento gracias a la sagacidad de Reyes que lo pilló con las manos en la masa, lo tienen de bufón corre ve y dile faltando al respeto a periodistas de acreditada solvencia y a todos aquellos ciudadanos que osan disentir con este lameculos infecto.

No solo insulta en las redes sociales a todo Cristo viviente, sino que en el Canal 25 de Telde, lo tiene Ciuca con sus insufribles monólogos en los que no deja hablar al invitado y poner a caer de un burro a todo aquel que no comulga con sus etílicas homilías.

Está una empezando a hartarse de este impresentable malcriado, que piensa que los demás tienen amnesia y han olvidado sus andanzas de analfabeto beodo.

Hasta ahora el personajillo tira la piedra y esconde la mano, sabedor de que a la mínima el juzgado le espera y ya tiene varias condenas por lenguaraz, entre ellas la del médico de empresa del Ayuntamiento de Telde, Diego Delgado, y un policía local .

Desconoce la prudencia y que en este momento su comportamiento deleznable puede hacer daño a una persona que no tiene culpa de las andanzas del sujeto, pero la paciencia tiene un límite y el saco se llena.

Estaremos al acecho sabedores de que meterá la pata y entonces iremos a por el y le caerá encima todo el peso de la ley.