Juan Dávila-García. Radiotelegrafista del Estado

Ante tanto “indeseable viviendo de la política en España” en todas las instituciones gubernamentales nacional, regional, provincial y local, no podría abstraerme  de tanto prejuicio invitando a tanto “energúmeno” a que conozcan de primera mano cuál ha sido la verdadera historia de nuestra querida patria, y en el estado “caótico” que se encuentra en la actualidad, propiciado por la llegada a la práctica de la misma de tanto “delincuente”, ávido por enriquecerse a costa de la misma usando todo tipo de –triquiñuelas-, lo que ha llevado que la gobernabilidad se haya convertido en el mejor aliado de la “corrupción”, algo que se observa a simple vista, donde “despilfarrar sin mesura y sin justificación se ha convertido en algo cotidiano”.

España sigue teniendo en la bandera –roja y gualda- la representación más importante de cuantos aconteceres nacionales e internacionales se celebran donde los participantes españoles son reconocidos y admirados, sus Fuerzas Armadas y la Gloriosa Guardia Civil, realizan con asiduidad misiones de paz en diferentes países junto a otros ejércitos de las Naciones Unidas, y su labor es altamente alabada por el resto de las tropas participantes en estas misiones por su relevante comportamiento.

Sus diferentes escudos partiendo del que tenía como figura central el –Águila de Patmos, que representaba a San Juan Evangelista y que fue instituido por los Reyes Católicos una vez conquistada Granada el último bastión “moro” que quedaba en España en 1492 derrotando a Boabdil “el chico”, del que su madre dijo “-llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre-“, ha sufrido más de una alteración durante tantos años, posiblemente el más significativo fue al que lo sometió el primer rey de la saga de los Borbones, Felipe V de Anjou,  circundando todos sus cuarteles utilizando para ello la figura del Toissón de Oro, que sustituyó al Águila Imperial.

Con motivo de celebrarse en Las Palmas la fiesta de LGTB, el alcalde y posiblemente la concejal de festejos del consistorio capitalino, se les ocurrió incluir en el programa anunciador una frase que ha generado una enorme cantidad de críticas y posiblemente hasta denuncias ante los tribunales de Justicia, ya que la frase citada ha sido una total “usurpación improcedente de una parte del escudo de España instituido por los Reyes Católicos como ya he dicho”, y que para mayor indecencia el alcalde Augusto Hidalgo, la cita como parte del escudo franquista.

El escudo citado fue adoptado por Franco durante su mandato por la conformación del mismo, cuya figura principal era el Águila de Patmos con un sol brillante coronando su cabeza, una banda en su cuello donde se podía leer “una, grande y libre” (la frase plagiada por el ayuntamiento de Las Palmas, creyendo que el escudo era franquista), con el objeto de darle más “boato” a este evento que millones de españoles rechazamos por sus contenidos “desnaturalizados” prototipo de la perversión existente en nuestro país, semejante a la de Sodoma y Gomorra.

El cuerpo de este escudo continuaba con una corona real, además de cuatro cuarteles, en el primero  figuraba un castillo que representaba al reino de Castilla, en el segundo un león rampante coronado armas del reino de León, en el tercero las barras que representa a reino de Aragón y en cuarto las cadenas que eran propias del reino de Navarra, en la parte inferior un “entado” en punta haciendo alusión al reino de Granada, a ambos lados las Torres de Hércules con la inscripción latina “Plus Ultra” cuyo significado era –más allá-, Colón ya había descubierto el –nuevo mundo- por lo que ya no procedía “Non plus ultra” -no más allá-, y finalmente el –yugo- por Isabel y las –flechas- por Fernando.

Augusto Hidalgo (posiblemente el peor alcalde de la gran ciudad desde que se inició la democracia), al achacarle ese escudo al franquismo obró con bastante –mala intención-, como consecuencia a esta “fobia” que todos estos sujetos socialistas, comunistas, podemitas, nacionalistas e independentistas le “dispensa” a Francisco Franco Bahamonde, cuyos restos fueron ultrajados por estas masas insensibles y cretinas a los que yo tildaría de “bolcheviques”, por lo que le exigimos a Hidalgo se disculpe de este craso error que fue hecho por este sujeto más por mala fe que por ignorancia, aunque de verdad su “capacidad intelectual no es muy significada al igual que la de todos los conforman su grupo de gobierno”.

En la mente de Hidalgo solo bullé la finalización de su obra faraónica, “la metroguagua” lo demás le tiene sin cuidado, la suciedad, el estado de las avenidas y de las calles donde las roturas y los desperfectos son constantes, la ingente pérdida de los valores propios de Las Palmas, los destrozos acaecidos en la Avenida Marítima a la altura del Hospital Insular, las denuncias de la falta de atención de la mayoría de los barrios, etcétera.

Hidalgo no ama a su ciudad natal, antepone sus cuestiones personales y se olvida de la logística que necesita una ciudad como Las Palmas, a la que hay mimarla y cuidarla para que sea siempre un referente no solo en Canarias sino también en toda España, sus gestiones son arbitrarias y ruinosas permitiendo que la primera ciudad de las islas este en franca decadencia, es notorio que su “status y posiblemente su capacidad intelectual no esté a la altura de las circunstancias”, dejando en manos de Doreste, Ramírez y Quevedo, la gobernabilidad de la octava ciudad más importante de España. 

Las Palmas necesita un “lavado de cara que giré en torno a los 360/grados si queremos que vuelva a lucir como en antaño, Hidalgo no es la solución, su desidia ha acabado con su grandeza, y va a ser difícil restituir su verdadera categoría”.