González Padrón, dedicada a la infanta Isabel de Borbón y Borbón (La chata), hija de Isabel II y una de las mujeres más influyentes de la España de finales del siglo XIX y principio del siglo XX., esta del jueves día 7 de marzo, a las 19:00 horas

Entre los muchos y variados amigos que tuvo el político teldense Fernando León y Castillo a lo largo de sus 75 años, destacan algunas mujeres que fueron decisivas en su vida. La primera es su propia esposa, María de las Mercedes, a la que conoció en plena madurez, a través de sus hermanos. La otra fue la reina regente, María Cristina de Habsburgo y Lorena, de la que fue consejero y “amigo de entrañable familiaridad”, según las propias palabras de la reina. También Emilia Pardo Bazán, mujer liberal y progresista, que conoció a través de Galdós, fue destinataria de correspondencia y visitas mutuas en Madrid o París. Pero la sesión del mes de marzo del ciclo de conferencias ‘Los amigos y amigas de Fernando León y Castillo’, dirigido por el cronista oficial de Telde y exdirector de la Casa-Museo León y Castillo en este mismo centro museístico, Antonio María González Padrón, está dedicada a la infanta Isabel de Borbón y Borbón (La chata), hija de Isabel II y una de las mujeres más influyentes de la España de finales del siglo XIX y principio del siglo XX. La cita es el día 7 de marzo, a las 19:00 horas, con entrada gratuita, hasta completar aforo.

Este ciclo está conformado por charlas dedicadas a aquellas personalidades que jugaron un papel decisivo en la vida del político y grancanario Fernando León y Castillo, en la esfera cultural, política y social de una época caracterizada por la restauración de la monarquía de los Borbones en España. El proyecto tiene una cita mensual desde enero hasta junio, con asistencia libre y gratuita.

Princesa, antes que infanta

La protagonista de la charla del mes de marzo es la infanta Isabel de Borbón y Borbón, la famosa “chata”. Era infanta de España, una gran conversadora, mantenía en su casa unas tertulias muy apreciadas por la sociedad madrileña de entonces. Era muy popular, tanto es así que la II República Española le pide, en 1931, que se quede en España, aunque ella muere a los pocos días de llegar a Francia.

“Como infanta de España, la hija de Isabel II fue princesa de Asturias hasta el nacimiento de su hermano, Alfonso XII”, recuerda el historiador González Padrón. Su primera educación fue, por tanto, para ser futura reina. “En aquella época, para ser popular había que hacerlo muy bien y la popularidad de la monarquía no estaba en su momento más alto, y menos la de su madre, Isabel II. Aunque el verdadero problema estaba en la corrupción y egoísmo de la clase política”, reflexiona el cronista y director del ciclo.

Era una mujer muy generosa, con un sentido amplio de justicia social y caridad cristiana. “Gustaba tomarle el pulso a la sociedad madrileña. Fue el miembro de la familia real que más trabajo público realizó en un momento determinado. Tenía un sentido de la vida pública muy parecido al de la actual familia real británica”, compara Padrón.

Don Fernando León y Castillo, durante su primer tiempo de parlamentario monárquico y liberal, acudía con frecuencia a las meriendas interminables que ella daba para un grupo escogido. También, cuando estuvo al frente de los MInisterios de Ultramar y de Gobernación hubo mucha complicidad entre ambos. “En algún viaje internacional de la infanta, don Fernando aconsejó los pasos a dar para la correcta promoción de los mismos”, apunta el investigador teldense.