En toda la zona comercial de San Gregorio y más concretamente en la calle Jaime Balmes, podemos ver cada día como la Policía Local que patrulla la zona, pasa olímpicamente de multar infracciones que hasta un ciego vería y sin embargo, multan a discreción a los coche que se pasan de dos hora en las zonas azules
El pasado domingo, nos hacíamos eco del desbarajuste en que se ha convertido la Concejalía de Tráfico en Telde, con un concejal de Seguridad Ciudadana, Agustín Arencibia, que ni está ni se le espera y un jefe en funciones de la Policía Local, que lo único que quiere es que no le den problemas.
Publicamos el desastre de los vados en los garajes, donde muchos propietarios mantienen aparcado su coche todo el día, sin que la Policía Local haga nada al respecto.
Hoy vamos a referirnos al descontrol entre Seguridad Vial y la Policía Local, que hace que se produzcan auténticos momentos inéditos y esperpénticos, que pueden verse claramente en la fotografía que acompaña esta información.
En toda la zona comercial de San Gregorio y más concretamente en la calle Jaime Balmes, podemos ver cada día como la Policía Local que patrulla la zona, pasa olímpicamente de multar infracciones que hasta un ciego vería y sin embargo, multan a discreción a los coche que se pasan de dos hora en las zonas azules.
Se ponen unos conos para evitar que aparquen los vehículos en una zona pintada de amarillo, porque existe una estación de luz que podría ser peligroso estacionar ahí y nada. Se colocan los conos sobre la acera y todos tan felices.
Próximamente informaremos de lo que supone para una gran ciudad como Telde, no contar con un Servicio de Grúas, ni tener un potrero para depositar los vehículos que se retiren de las calles.
De las cuatro grandes capitales del archipiélago: Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna y Telde, nuestra ciudad es la única que no cuenta con servicio de grúa, todo un ejemplo del atraso secular que arrastra Telde.
En definitiva, que los aparcamientos son en Telde un mundo aparte. Y no deberían serlo, la seguridad vial es una actitud necesaria que los gobernantes no deberían ignorar. Maribel Castro