Los carteles institucionales representan al municipio y no a los miembros del gobierno, no se puede utilizar dinero público para publicitar un pacto de gobierno, es una inmoralidad manifiesta

No aprende el alcalde de Telde, mete la pata cada dos por tres y ya se está haciendo cansino tener que decirle a Juan Antonio Peña, donde empiezan y donde terminan sus atribuciones. No es la primera vez que se salta todas las normas del decoro y la decencia y utiliza lo público como si de algo propio se tratara.

Ya empezó a sacar la patita cuando en la Romería del Pino,   se repartieron estampas con la imagen del Cristo por delante y por detrás el eslogan del gobierno municipal: «Telde Adelante» sin el más mínimo recato pero no se ha parado ahí la cosa, cada vez que puede cuela el consabido slogan del acuerdo de gobierno Frankenstein allí donde puede. La penúltima ha sido el el cartel del Entierro de la Sardina, que es un cartel institucional, pagado con el dinero de todos los teldenses y no del bolsillo del pacto de gobierno, ni de Peña.

El alcalde, No solo no se sabe el reglamento de funcionamiento de las sesiones de Plenos, también desconoce que a priori el alcance y contenido del principio de neutralidad ha sido definido de forma precisa en nuestro ordenamiento jurídico, las decisiones de algunos gestores públicos como el caso que nos ocupa, dejan mucho que desear sobre la neutralidad.

Los carteles institucionales representan al municipio y no a los miembros del gobierno, no se puede utilizar dinero público para publicitar un pacto de gobierno, es una inmoralidad manifiesta.

Esperamos una reacción de toda la oposición sobre este uso “chapucero” del dinero y de la imagen pública de Telde y se ponga en su sitio a actitud individualista y cortoplacista de Peña, sobre todo por mejorar la identidad de nuestro ayuntamiento por encima del mandatario de turno.  Maribel Castro, directora de canariasinformativa.com