Como es posible que Juan A. Peña, que hoy es alcalde de Telde, y fue asesor de Servicios Sociales, y conoce de primera mano la necesidad de esta abuela porque ella ha conectado con el innumerables veces, sea capaz de desentenderse de un tema de extrema necesidad y de mandarla prácticamente a “buscarse la vida”

Es bastante lamentable observar como a tu alrededor, viven persona en situación de extrema pobreza, vulnerabilidad y exclusión social, ya no se circunscribe a Jinámar o al extrarradio, sino que a dos pasos de la Plaza de San Gregorio observamos con extrema preocupación, como una abuela de 60 años sobrevive a duras penas con su nieto que tiene en acogida.

Como es posible que Juan A. Peña, que hoy es el alcalde de Telde, y fue asesor de Servicios Sociales,y conoce de primera mano la necesidad de esta abuela porque ella ha conectado con el innumerables veces, sea capaz de desentenderse de un tema de extrema necesidad y de mandarla prácticamente a “buscarse la vida”.

A mi me consta que el gobierno anterior puso en marcha el programa “Promociona” que era una apuesta decidida por lograr un cambio de modelo de intervención en Servicios Sociales en el que la persona era la protagonista. Todo el entramado metodológico y organizativo debía estar centrado en dotar a la persona de una atención de mayor calidad, más rápida, ágil y eficiente, respetuosa de sus derechos, así como exigente en sus obligaciones. ¿Que fue de este problema?

Nada se ha resuelto y mientras estos sucede a Juan A. Peña solo le preocupa decorar la plaza del betunero con una barca, un faro y unas guelderas y colocar cuatro banderines con motivo de las fiestas del Carmen, que ya cobrará a través de Gestel su amigo el delincuente metido a decorador.

Las políticas sociales del Ayuntamiento de Telde no responden a las necesidades de los ciudadanos pues «una cosa es lo prometido, y otra son los hechos». A Cáritas siguen acudiendo personas «con muchas necesidades» y muchas de ellas son derivadas desde Servicios Sociales por el pago de los recibos de la luz y del agua y es obligación del Ayuntamiento cubrir todas las necesidades de los vecinos, Cáritas solo puede ayudar.

Mucho bombo y platillo que esconde la auténtica realidad de las entrañas de esta ciudad, y ya no pueden decir que “son críticas interesadas”, sino que las propias personas ya no aguantan mas y salen a denunciar a cara descubierta su situación personal.

Mientras esto sucede se adorna la plaza de San Gregorio para la pompa y el boato, una abuela no sabe si su nieto cenará esta noche. Maribel Castro