El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acompañado por el concejal del Suroeste, Javier Rivero, estuvo hace unos días en esta parcela para, en colaboración con la Fundación Santa Cruz Sostenible y la Asociación Giro, impulsar esta iniciativa en la que han participado vecinos de esta zona, coordinados por el ingeniero técnico agrícola Antonio Perdomo

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, acompañado por el concejal del Suroeste, Javier Rivero, y en coordinación con la Fundación Santa Cruz Sostenible y la Asociación Giro, procedieron a la plantación de 31 árboles frutales en el huerto urbano de El Sobradillo, dentro de las actividades que se celebran en el municipio durante todo el mes de junio con motivo del Día del Medio Ambiente y el Día de los Océanos, fechas que se recuerdan los días 5 y 8, respectivamente.

Bermúdez manifestó que “esta plantación, en la que participan vecinos y vecinas de esta zona de El Sobradillo, es una prueba más del compromiso por la sostenibilidad y la defensa del Medio Ambiente que asumimos desde las diferentes áreas del Gobierno municipal” y agrega que “de ahí que se realicen varias actividades a lo largo del año, muchas de las cuales tienen en los escolares de Santa Cruz y sus centros educativos el punto de encuentro de esta concienciación ambiental, en el convencimiento de que serán ellos y ellas las que transmitan en sus familias la imprescindible actitud de respeto y conservación del medio urbano y rural”.

Por su parte, Javier Rivero puso de manifiesto que “coordinados por el ingeniero técnico agrícola Antonio Perdomo, de la Universidad de La Laguna, en esta antigua escombrera, recuperada con tierra vegetal abonada, los residentes en esta zona del municipio han participado en la plantación de 31 árboles frutales como guayaba, níspero, parchita, pomarrosa, zapote, pitahaya, aguacate, melocotón, membrillo, peras, granados, higos, almendras, etcétera” y avanzó que “la idea es que en un futuro se pueda transitar libremente por este huerto urbano, abonado con la ilusión de asociaciones, vecinos y vecinas”.

“Hay que recordar –insiste el concejal del Suroeste- que este es un trabajo desarrollado por los vecinos y las vecinas de manera voluntaria y está dentro del Proyecto Faro, que pretende el embellecimiento de espacios públicos mediante la participación, educación y concienciación para renaturalizar la ciudad”.

Por su parte, el Proyecto Faro persigue la fusión entre la acción medioambiental, social y comunitaria, lo que permite, por un lado, favorecer una integración social de colectivos en exclusión, junto al  cuidado del medioambiente, además de la creación de un tejido social de convivencia saludable que a largo plazo premiará con un descenso en conductas conflictivas y de riesgo, entre otras.