Carmen Hernández destacó “el gran trabajo que se ha realizado en esta zona del municipio, unas labores que no solo facilitan el acceso y el disfrute del patrimonio natural de los barrancos de Telde, sino que además contribuyen a poner en valor de espacios como esta cueva -llamada también Cueva del Garañón- que forma parte de la historia de la ciudad y de Canarias al haber sido uno de los escondites de Juan García durante la etapa del Franquismo”
La alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, y el concejal de Medioambiente, Álvaro Monzón, visitaron estos días el camino de la Cueva del Corredera, uno de los senderos que conecta los barrios con el Corredor Paisajístico, junto a varios vecinos de Punto Fielato.
Carmen Hernández destacó “el gran trabajo que se ha realizado en esta zona del municipio, unas labores que no solo facilitan el acceso y el disfrute del patrimonio natural de los barrancos de Telde, sino que además contribuyen a poner en valor de espacios como esta cueva -llamada también Cueva del Garañón- que forma parte de la historia de la ciudad y de Canarias al haber sido uno de los escondites de Juan García durante la etapa del Franquismo”.
Este es uno de los caminos que conecta los núcleos poblacionales con el Corredor Paisajístico cuya adecuación ha concluido ya, señala Álvaro Monzón. “El camino real tenía un empedrado parcial que, aunque en algunos tramos estaba bien conservado, en otras partes la erosión no permitía el tránsito”, detalla el edil. “Dando respuesta a la demanda vecinal, se conservaron tramos del empedrado antiguo y en otros se colocaron escaleras”, facilitando así el acceso al Corredor y facilitando realizar rutas circulares y diversas para llegar a otros barrios.
Cabe recordar que el Corredor Paisajístico es una ruta peatonal y ciclista de 13 kilómetros de longitud que conecta las medianías con la costa por el cauce de la cuenca hidrográfica de Telde. Así, se puede recorrer el camino que une el sector bajo del Barranco de Los Cernícalos, en pleno Paisaje Protegido de Lomo Magullo, un espacio distinguido por su vinculación con la economía tradicional canaria, con la playa de Bocabarranco, junto al Sitio de Interés Científico de Jinámar, de alto valor por albergar materiales sedimentarios de la Formación Detrítica de Las Palmas y vegetación halófila y psamófila de interés, entre otros atractivos naturales.
De forma paralela, se han ido arreglando los caminos y senderos que conectan los diferentes núcleos poblacionales, entre los que se encuentra este de la Cueva del Corredera, con los que se llega a los 100 kilómetros lineales de vías adecentadas.
Todo ello se complementa con grandes atractivos naturales como la geodiversidad, presente en todo su recorrido gracias a vestigios volcánicos como conos de tefra y malpaíses, la vegetación y la composición florística que resulta de una simbiosis entre la herencia natural de un paisaje de transición entre las medianías y la costa, y la transformación humana del espacio.
Saludos.